Cuando pensamos en iluminar un espacio muchas veces nos limitamos a revisar la cantidad de lúmenes que producen las lámparas led y la temperatura de color que ofrecen (luz cálida o fría), olvidando aspectos mucho más importantes que tienen que ver con la intencionalidad del uso de la iluminación en el espacio. Los expertos en el área establecen que todo el sistema de iluminación debe reforzar el “concepto” o elemento generador del espacio. Para ello han identificado tres tipos básicos de iluminación al momento de diseñar:
- Luz ambiental: tal y como su nombre lo indica, se refiere a la iluminación general, necesaria para reconocer los espacios.
- Brillo focal: es aquella que se utiliza para resaltar o enfatizar algún elemento importante dentro del espacio para lo cual existen los clásicos ojos de buey (dicroicos led) que ayudan a focalizar la iluminación.
- Juego de luces: corresponde a la luz indirecta que se proyecta sobre ciertas superficies reflectivas o refractivas para generar algún de efecto en la iluminación resultante para lo cual se puede hacer uso de tiras o reflectores led
Una vez definido los puntos anteriores se establece un sistema de capas y jerarquías que se puede ir ajustando a lo largo del día en función del ciclo circadiano.
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